Decidir el tipo de autoclave adecuado es un factor clave para la calidad de la esterilización en los salones de belleza y manicura. Depende en gran medida del tipo de instrumental utilizado y de la frecuencia de esterilización. Existen dos clases principales de autoclaves en la industria de la belleza:
Autoclaves de clase B- La mejor elección para los estándares de higienemás exigentes Los autoclaves de clase B ofrecen la máxima calidad de esterilización y son especialmente adecuados para los estudios que deben cumplir los estándares de higiene más exigentes. Son capaces de esterilizar todo tipo de instrumentos, incluidos aquellos con cavidades complejas. Los autoclaves de clase B funcionan con un proceso de vacío fraccionado que permite la penetración completa del vapor y garantiza así una esterilización eficaz y completa. Así pues, no sólo ofrecen seguridad para el presente, sino también para el futuro, por lo que son la mejor opción para los estudios que priorizan la máxima calidad y seguridad.
Autoclaves de clase S: una alternativa más rentablePara los estudios que trabajan principalmente con instrumentos que no contienen cuerpos huecos complejos, un autoclave de clase S puede ser una alternativa más rentable. Estos aparatos están diseñados para la esterilización de herramientas rígidas e instrumentos articulados, como tijeras, y ofrecen una esterilización fiable. Los autoclaves de clase S son menos costosos de adquirir y constituyen una buena solución para los estudios que no utilizan instrumentos muy complejos pero que, aun así, requieren una esterilización eficaz e higiénica.
Cómo funciona el proceso de reprocesamiento del instrumental con un autoclave
El reprocesamiento correcto del instrumental es crucial para garantizar los más altos niveles de higiene y minimizar el riesgo de infección o propagación de gérmenes. Siempre deben seguirse los siguientes pasos al reprocesar los instrumentos en un salón de belleza o de uñas:
Desinfección inmediataLos instrumentos se desinfectan inmediatamente después de su uso. Esto sirve para evitar la propagación de gérmenes y para proteger al profesional durante el reprocesamiento posterior. Por lo general, los instrumentos se sumergen en una solución desinfectante adecuada. Debe prestarse especial atención a que el desinfectante no provoque la fijación de proteínas, sobre todo en caso de contaminación por sangre o tejidos, ya que ello podría mermar su eficacia. Existe un caso especial en el ámbito del cuidado móvil de los pies: en este caso, los instrumentos usados pueden almacenarse y transportarse secos y en un recipiente cerrado hasta su desinfección.
LimpiezaTras la desinfección, los instrumentos se limpian para eliminar cualquier resto de suciedad o desinfectante. Si los instrumentos están muy sucios o pegajosos, puede ser necesaria una limpieza mecánica activa. Para evitar la recontaminación de los instrumentos durante la limpieza, todos los cepillos de limpieza utilizados deben limpiarse y desinfectarse después de su uso. Si los cepillos se van a reutilizar, es importante guardarlos secos y protegidos de la contaminación al final del día.
Desinfección final, por ejemplo con un autoclave Tras la limpieza de los instrumentos, debe llevarse a cabo una desinfección final. También en este caso es importante realizar un aclarado a fondo para eliminar completamente los residuos de productos de limpieza y desinfectantes. Este aclarado debe realizarse con agua siguiendo las recomendaciones del fabricante de los productos de limpieza y desinfección.
Post-tratamiento y almacenamientoLos instrumentos que entran en contacto directo con la piel y pueden lesionarla (por ejemplo, instrumentos de tatuaje, piercing o perforación de orejas) deben ser sometidos a un control visual de limpieza e integridad después de su limpieza y desinfección. A continuación, se empaquetan en juegos adecuados, se esterilizan (véase el procedimiento de esterilización) y se conservan estériles hasta el siguiente uso. Los instrumentos y equipos de otras áreas del estudio que no requieran esterilización deben almacenarse limpios y secos después del reprocesamiento. Los recipientes de almacenamiento deben desinfectarse con regularidad, pero al menos una vez a la semana, o antes si se detecta suciedad visible.
El reprocesamiento correcto y exhaustivo del instrumental es esencial para la salud y la seguridad de los clientes y el personal. Sólo mediante una cuidadosa desinfección, limpieza, desinfección y posterior esterilización se pueden mantener los más altos niveles de higiene.